martes, 1 de febrero de 2011

amistades y otras bobadas...

Cuándo uno es joven, suele pensar que los amigos son para toda la vida. Y puede que algunos lo sean.

Pero el hacerse mayor supone una evolución, un cambio en la personalidad que convierten a los que creíste tus amigos para toda la vida, en meros conocidos a los que cada vez intentas ver menos.

¿Culpa? De todos o de ninguno, eso está claro... cómo cualquier ruptura la culpa está repartida. Pero cuándo te das cuenta de que eres el único que no has podido seguir el discurrir de la marea, te preguntas ¿acaso la brújula ha dejado de funcionar?