Ayer fueron las elecciones europeas.
Todos lo sabemos, y estamos encantados de que por fin hayan acabado. El resultado era bastante predecible y poco hay que comentar sobre él; al menos en lo que a los partidos grandes se refiere.
Si rascamos un poco en los resultados, no solo en España, si no en Europa, vemos que se hunden los partidos de izquierdas y en consecuencia, suben los de derechas. Eso tiene cierta lógica en una situación de crisis.
Lo que no es tan normal, es que en un momento de desencanto con la política actual, los partidos de extrema derecha empiecen a aflorar con fuerza en varios países europeos. Una explicación podría ser que presentan una oposición a la idea de Europa. Pero ese argumento pierde peso cuando vemos que en elecciones nacionales también obtienen buenos resultados.
Sobre todo esto pensaba en el autobús esta mañana camino de la oficina mientras escuchaba las noticias. En ese momento un chico sudamericano subió al autobús y se sentó a mi lado; en un momento determinado miré a su lado y vi que tenía tatuada una esvástica en la mano. ¿Cómo alguien que habría sido aniquilado de vivir en la Alemania nazi puede hacer gala de ese símbolo?
A partir de entonces, dejé de reflexionar; está claro que la gente ya no sabe cuál es la izquierda o la derecha, quién sube o baja impuestos...
Lo que temo, es que mi profesora de filosofía de COU tenga razón cuando nos dijo: "no os dejéis engañar, las ideologías no han muerto."
lunes, 8 de junio de 2009
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2 comentarios:
Mientras el ser humano siga siendo un animal gregario las ideologías no morirán, porque son la manera más eficaz de controlar masas.
no estoy de acuerdo, las ideologías no tienen la culpa del uso que hacen de ellas ciertas personas... después de todo, detrás de una ideología no hay más que una manera de ver la vida, y de eso, tenemos todos..
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