Echando un vistazo a la prensa digital, me ha llamado la atención este artículo sobre Ricardo Costa.
Todo parece de lo más normal, Ricardo Costa ha estado en boca de todos esta semana; pero lo que me ha sorprendido es el "tono"del reportaje. Costa ha sido objeto de burlas y mofas por su 'pijerío', hay vídeos por internet y programas de televisión que han hecho de su 'acento' la diana de sus chistes.
A nivel político la dimisión-cese de Costa es de lo más lógica, y raro se me hace que no haya más ceses, pero el que se entre en este terreno personal, me parece un poco rastrero. Si pusiéramos la lupa sobre cada uno de los personajes públicos, incluso sobre cada uno de nosotros, muy pocos se salvarían. Cada uno puede llevar la vida que quiera, siempre que se haga dentro de la legalidad y del respeto hacia los demás, y según lo que dice ese artículo de 'El Mundo', se puede estar más o menos de acuerdo con esa vida, pero es respetable.
Pero quizás mi error ha sido pensar que 'El Mundo' ha confundido la información seria con la prensa amarilla, porque lo más probable es que su intención fuera precisamente esa, arruinar la imagen pública de Costa, sin ningún tipo de miramientos hacia la ética periodística.
domingo, 18 de octubre de 2009
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