
Hablando con amigos de ese hospital, nos dicen que se han cerrado tres quirófanos. Qué es una prácita habitual para engordar la lista de espera, y que haya que operar por las tardes, lo que se conoce cómo "peonadas" y que se pagan a precio de oro.... ¿alguien controla eso? pues no, pero al final los que pagamos el pato somos los ciudadanos de a pie.
Un ministro o un consejero no puede cambiar todo el sistema, pero los mandos intermedios debería tratar de racionalizar y controlar estas cuestiones, porque cómo este, hay muchos otros casos que generan, por un lado el hunidimiento del sector público y la mala imagen del mismo.
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