He trabajado en la administración pública, tengo amigos que trabajan en
sanidad y educación y siempre que hablamos de los recortes, llegamos a
la misma conclusión, el problema no es el despilfarro de dinero, que lo
hay, si no la falta de control del gasto y la falta de consecuencias por
el mal uso del mismo.
Pondré un ejemplo. A un amigo le iban a
operar hace dos semanas. dos días antes le llaman para decirle que se
cancela la operación por problemas técnicos.
Hablando con amigos de
ese hospital, nos dicen que se han cerrado tres quirófanos. Qué es una
prácita habitual para engordar la lista de espera, y que haya que operar
por las tardes, lo que se conoce cómo "peonadas" y que se pagan a
precio de oro.... ¿alguien controla eso? pues no, pero al final los que
pagamos el pato somos los ciudadanos de a pie.
Un ministro o un consejero no puede cambiar todo el sistema, pero los mandos intermedios debería tratar de racionalizar y controlar estas cuestiones, porque cómo este, hay muchos otros casos que generan, por un lado el hunidimiento del sector público y la mala imagen del mismo.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
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