Pongámonos en situación. Viernes tarde, biblioteca, todos los allí presentes, muertos del asco viendo como entra un solazo por las ventanas mientras tratamos de 'chapar' lo indecible.
En ese momento entra un hombre, con cierta chulería, portátil compacto en mano (llevarlo en la mochila haría que no todo el mundo lo viera) y se sienta tras un par de vueltas por la sala. Abre el portáil y mientras se enciende, saca de la mochila un ratón... y cuándo se pone a buscar la ranura para enchufarlo ... no lo encuentra. Portátil por aquí, portátil por allá, vuelta para un lado, para otro, por arriba por abajo; hasta que tras un par de minutillos, se da cuenta que algo no va bien, vuelve a meter el ratón en la mochila, cierra el portátil, se levanta y se va.
Y es que claro, a veces en la informática no todo es tan sencillo como puede parecer, y coger el ratón del ordenador de sobremesa y largarse a la biblioteca es un poco osado, porque puede puede que la chulería te salga por la culata.
sábado, 14 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Jajajaja, si no fuera por la chulería podría ser perfectamente yo comiéndome uno de los marrones en los que yo solo me meto de manera habitual...
Por otra parte, yo ya dejé de intentar estudiar en la biblioteca, es imposible concentrarse, al menos yo, que siempre acabo sentado frente a la puerta mirando a las tias que entran (comentario salido de las 13:14)
jajajajajaa, bueno, eso tiene solución, puedes hacer como yo y ponerte de cara a la pared, aunque claro, podrías acabar con torticolis ...
Como habitual de chapatoria en bibliotecas y odiadora de chulos sin razón, me solidarizo y me parto de risa.
y es que la biblioteca es un gran muestrario de todo tipo de chulos... veré si puedo hacer un post recopilatorio de todos ellos ...
POR FAVOR, hazlo.
Publicar un comentario